Resaltó que si bien actualmente esta técnica es muy utilizada por los agroexportadores para la eliminación de elementos patógenos con el objetivo que sus productos puedan pasar los estrictos controles microbiológicos de los países de destino.
“Pero la irradiación no solo debe reducirse a los alimentos que se exportan. Si en los centros comerciales y de abastos locales hacemos un control microbiológico de las especias y alimentos que se expenden, nos daremos con la sorpresa de un alto grado de contaminación microbiológica. Es importante también utilizar estos métodos para el consumo local, a fin de evitar cualquier contaminación microbiológica y brindar un mejor servicio al consumidor, tal como se exige en el extranjero”, sugirió el especialista del IPEN.