El crecimiento económico de nuestro país, en sectores tales como el minero y de gas, entre otros, ha hecho que se incremente la demanda de métodos de ensayos no destructivos, debido a la necesidad que tienen las empresas de contar con los más altos estándares de calidad para el intercambio comercial de muchas de las actividades productivas y de servicios ligadas a estos sectores, ya que estos métodos constituyen herramientas de gran utilidad para la detección y evaluación de discontinuidades y defectos en los componentes, y para la caracterización de los materiales y el control de calidad.
Los métodos END resultan de mayor interés aún, debido a que se pueden aplicar en diferentes etapas del proceso productivo, desde el control de materia prima, el proceso de fabricación, así como en el ensayo final del producto y control en servicio, lo que permite proporcionar beneficios económicos directos relacionados con la disminución de los costos de fabricación y el aumento de la productividad por reducción del porcentaje de productos rechazados en la inspección final. A ello se suma los beneficios indirectos tales como su contribución a la mejora de los diseños o también contribución en el control de procesos de fabricación.
En el Perú, el IPEN es una de las entidades que, desde hace muchos años, viene fomentando, con mayor énfasis, el uso de estas técnicas, debido a que la tecnología nuclear cuenta con una gran experiencia en el tema pues ha sido una de las pioneras en la implementación y desarrollo de éstos métodos debido a la fundamental razón de la seguridad, a lo que se suma el hecho que las perspectivas de aplicación de los END para el futuro son bastante amplias.